12:00 PM
Suena el timbre
y abre una mujer, rubia de bonito cuerpo.
-Carlos. –Dice
la mujer un poco sorprendida.-
-María, no sabía
que fueras la tía de Cristian Rojas.
-Así es,
Hermanastra de Marcelo. Y supongo que tú eres el que está a cargo de la
investigación del asesinato de él.
-Sí, así es, y
vengo a hablar con Cristian.
-Está bien pasa,
¿quieres algo para beber?
-No gracias,
pero por el momento nada… ¿Cuándo volviste a Chile María?
-Hace un par de
meses ya. Hay viene Cristian.
Cristian baja
las escaleras, con una cara un poco más repuesta.
-Comisario
Cristian, sucedió algo, ¿atraparon a la asesina? –pregunta Cristian en tono
efusivo, molesto, con tono de venganza.
-Si tranquilo,
Elizabeth está detenida en estos instantes en la unidad. Vengo porque necesito
esclarecer el motivo de que ella no te haya matado.
-No… no lo sé,
supongo que porque era el mejor de clase. Ella fue mi profesora jefe en cuarto
medio.
-¿Solo por eso?
–Pregunta el comisario de forma insidiosa.
-Sí, porque más
seria.
-No por nada.
Solo quería saber eso, gracias Cristian y al culpable lo meteremos en la cárcel
no te preocupes.
-Espero que así
sea Comisario Carlos, quiero que ella se seque en la cárcel. Y ahora con su
permiso veré si puedo dormir un poco más.
Cristian se
retira de la sala y vuelve a su alcoba.
-María… yo
quiero decirte algo.
-No, no Carlos
lo nuestro termino hace 3 años ya y no hay nada que decir. Además nunca hubo tiempo,
y yo no sirvo como amante, tu amor es esto… ser policía. Y de verdad espero que
esto termine y lo resuelvas para poder descansar y vivir el luto como se
corresponde. Adiós Carlos.
María le abre la
puerta al Comisario y al cerrar la puerta piensa con lágrimas en los ojos
“Pensé que no lo volvería a sentir, pero tengo que ser fuerte, te sacare de mi
cabeza Carlos”.
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