21:20 Hrs [En el Restaurant]
-¡Crees que soy
estúpida Carlos! Mate a mi hermana porque se lo merecía, por lo perra que era
–María grita mientras dispara una vez más contra Carlos que se protegía detrás
de una mesa-.
-¡María! Estas
acorralada vienen más detectives, no tienes escapatoria.
La gente del
restaurant que había salido estaba histérica, una de las personas cayo muerta con
las balas disparadas por María, y dos más tenían heridas superficiales por lo
mismo.
Los detectives
entraron y se cubrieron pero tenían a María acorralada. Había confesado el
crimen y además había asesinado a una persona inocente ahí.
-María, por favor
ríndete –le dice el Comisario Carlos mientras agarra un vidrio roto en el cual
se reflejaba para ver la posición de ella-.
-¡No jamás me
rendiré! –Grita desesperada María mientras empieza a retroceder cautelosamente.
EL comisario
Carlos se levanta de improviso y le dispara en un brazo dándole. María grita de
dolor y corre al baño de mujeres nuevamente.
Allí había una
mujer en un rincón llorando nerviosa, cuando maría la ve le dice que se pare y
que salga de ahí. Al salir la mujer María cierra la puerta del baño con seguro
y se mira al espejo con su brazo sangrando por la herida de bala. Afuera los
detectives se ponen en la puerta del baño mientras otros dos salen a cubrir una
eventual salida por la ventana de ella.
-María
entrégate, estas rodeada. No seas idiota por favor entrégate –le indica el
Comisario Carlos atreves de la puerta-
-No lo siento,
jamás me entregare, todo lo que hice lo hice por amor, por el amor que le tuve
alguna vez a Marcelo y que te tuve a ti, lo hice porque Isabel se lo merecía,
lo hice porque necesitaba liberarme de mi karma, lo hice para ser libre –Indica
ella mientras lloraba y se miraba en el espejo.
-Lo siento María
pero libre no eres, ¡detectives derribemos la puerta! – Grita Carlos mientras
se preparan para patear la puerta-
En ese instante
se siente un solo disparo, los detectives entran y encuentran a María tirada en
el piso sangrado de su cabeza, se había suicidado. Los detectives guardaban sus
pistolas y Carlos se acerca al cuerpo y lo chequea. Finalmente María había
muerto.
En la comisaria
cuando liberaron a Elizabeth, Cristian iba entrando detenido con cabeza gacha.
Elizabeth lo mira y le dice “¿Por qué Cristian?, ¿Porque?”, Cristian se detiene
y levanta la mirada hacia ella.
-Porque te amo…
Perdóname – Le responde él. Los detectives lo apuran en avanzar y Elizabeth se
queda mirándolo con los ojos llorosas y solo emite un susurro… “A mí también
Perdóname”.
FIN
Escrita por Franklin Zarate.